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¿Qué es la diástasis abdominal?

La diástasis abdominal es la separación de los rectos abdominales por distensión de las fascias que los mantienen unidos.

Tras el parto, la pared abdominal queda distendida y debilitada, y al haberse sobre estirado la línea alba, puede haberse producido una distensión, un pequeño desgarro o incluso una rotura.

  • Cómo se produce
  • Qué supone
  • Factores de riesgo
  • Cómo solucionarla
  • Valoración y tratamiento

¿Cómo se produce la diástasis abdominal?

Para entender qué pasa cuando hay una diástasis abdominal hay que hacer un breve repaso a la anatomía.

Los dos rectos del abdomen se originan en los cartílagos de las últimas costillas que insertan en el esternón y se dirigen hacia el pubis. En este trayecto el músculo es dividido horizontalmente por bandas tendinosas hasta el ombligo. Los dos rectos abdominales están unidos en el centro del abdomen mediante la línea alba, que está formada por fascias y tejido conectivo y va de arriba a abajo desde su origen hasta su inserción el pubis pasando por el ombligo.

Entre un recto y otro hay un espacio de separación perteneciente a la línea alba. Este espacio aumenta considerablemente a medida que va progresando el embarazo y el abdomen aumenta de tamaño conforme crece el feto, tratándose de una situación normal y fisiológica. A medida que el feto crece y el abdomen se adapta a su desarrollo las fascias se distienden para poder aumentar el espacio y los rectos se separan y estiran.

¿Qué supone tener una diástasis abdominal?

Consideramos que una diástasis abdominal puede llegar a ser patológica cuando la separación entre los dos rectos del abdomen es superior a 2,5-3 cm.

Estéticamente

La diástasis puede suponer un gran impacto a nivel estético. Si la separación de los rectos es muy grande, puede ocasionar:

  • Abombamiento de la pared abdominal.
  • Presencia de arrugas en la piel
  • Incluso pueden verse hernias de vísceras abdominales.

A nivel funcional

  • Puede suponer la complicación de las hernias abdominales, llegando a precisar en ocasiones intervención quirúrgica en los casos más graves.
  • También se asocia la diástasis abdominal con problemas de dolor lumbar y como factor de riesgo para disfunciones de suelo pélvico como la incontinencia urinaria o el prolapso de vísceras pélvicas.

‘’Una diástasis abdominal superior a los 3cm puede suponer un problema grave tanto a nivel estético como funcional’’

Factores de riesgo para la diástasis abdominal

La distensión de la diástasis abdominal puede darse durante el embarazo, el momento del parto o en las primeras semanas después de haber dado a luz.

Si existe una diástasis abdominal, con el paso del tiempo ésta puede aumentar si no se protege adecuadamente la pared abdominal.

Existen varios factores propios de cada embarazo que pueden influir negativamente en la diástasis abdominal:

  • Aumento de peso de la madre.
  • El peso y el tamaño del niño.

Durante el embarazo la diástasis puede agravarse al realizar actividad física sin una guía adecuada, realizar esfuerzos sin protección y sobre todo a un mal control de los pujos en el momento del parto.

Cualquier esfuerzo en el embarazo va a repercutir en la pared abdominal, como levantarse, toser o coger peso.

Una pared abdominal trabajada reducirá considerablemente el riesgo de tener diástasis abdominal tras el parto.

El momento del parto supone un gran factor de riesgo para el establecimiento de la diástasis. Los pujos realizados correctamente con contracción del transverso abdominal sirven para optimizar la salida del niño por el canal del parto.

En cambio si estos no se realizan adecuadamente la presión abdominal generada en vez de ir en la dirección adecuada, va a empujar directamente en el abdomen favoreciendo que los rectos se separen aún más y aumentando el riesgo de hernias abdominales.

Tras el parto, en la cuarentena, donde tanto el suelo pélvico como la pared abdominal son muy vulnerables, los esfuerzos vigorosos y las malas posturas pueden suponer un factor de riesgo a tener en cuenta.

Se debe poner especial atención a la vuelta a la actividad física y deportiva. Una pared abdominal sin trabajar, o mal trabajada, puede no asumir los aumentos de presión que tienen lugar en algunos deportes. Correr, ejercicios con impacto, el fitness sin supervisión e incluso el pilates mal indicado puede hacer que la diástasis aumente.

pared abdominal trabajada reducirá considerablemente el riesgo de tener diástasis abdominal tras el parto

¿Cómo solucionar la diástasis abdominal?

Recomendamos en primer lugar realizar una preparación parto completa, con especial atención a la parte física y no solo a los detalles de los cuidados del niño. En una buena preparación al parto el trabajo de la pared abdominal debe ser muy preciso, enseñando a trabajar el transverso abdominal (lo ideal es usar guía ecográfica) y su implicación en los distintos tipos de pujo.

Valoración y tratamiento de la diástasis abdominal

Recomendamos en primer lugar realizar una preparación parto completa, con especial atención a la parte física y no solo a los detalles de los cuidados del niño. En una buena preparación al parto el trabajo de la pared abdominal debe ser muy preciso, enseñando a trabajar el transverso abdominal (lo ideal es usar guía ecográfica) y su implicación en los distintos tipos de pujo.

La valoración de la pared abdominal postparto se recomienda hacerla, (igual que para la valoración del suelo pélvico) a las 10-12 semanas tras el parto.

Resulta vital, tanto para su valoración como para su tratamiento medir con ecografía funcional (ECO-DAP) la distancia de separación de los rectos abdominales tanto en reposo como durante un ejercicio abdominal tradicional (crunch) para establecer el la gravedad de la diástasis y el mejor tratamiento a seguir.

Un signo de buen pronóstico es que durante el esfuerzo los rectos abdominales tiendan a aproximarse y no a abrir más aún la diástasis.

Es vital medir la diástasis mediante ecografía funcional tanto para su valoración como para su seguimiento en el tratamiento’

Para su tratamiento existen numerosas técnicas y procedimientos para reeducar la pared abdominal. La elección de cada técnica depende de cada paciente, pero lo que es seguro es que estas deben buscar aproximarse a la actividad diaria de la mujer aumentando la presión abdominal progresivamente y de forma segura. Para ello es indispensable el tratamiento supervisado por un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico.

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